El pasado 3 de junio, Enrico Cresta y Almendra Cremaschi participaron como disertantes en el encuentro “Práctica Profesionalizante II: evaluación y diagnóstico de experiencias socio productivas”, desarrollado en el marco de la Tecnicatura Universitaria en Agroecología de la Universidad Nacional de La Plata.
En el encuentro Almendra presentó los Laboratorios de Transformación como marco metodológico para el desarrollo de experiencias de innovación abierta y colaborativa para la sustentabilidad. Los T-labs son espacios seguros, meticulosamente diseñados y facilitados, donde múltiples actores, que usualmente no colaboran, se reúnen para re-pensar problemáticas complejas, como las concernientes al desarrollo de semillas para la agroecología.
¡Bioleft nació de un T-lab! En 2016, en el marco de un proyecto internacional llamado “Senderos a la Sustentabilidad”, agentes de política pública, activistas, representantes del sector privado – tanto de cooperativas como de grandes empresas semilleras- e investigadores, se reunieron para debatir las problemáticas asociadas a las semillas. En particular, en esa época se estaba debatiendo en nuestro país un posible cambio en la Ley de semillas. Como la Ley de Semillas actual se sancionó en 1973, algunos actores, asociados a grandes empresas semilleras, argumentaban la necesidad de un cambio, que contemplara las particularidades de las nuevas tecnologías, como la transgénesis. Otros actores, vinculados a la agricultura familiar, campesina e indígena, argumentaban que cualquier cambio iba a tender hacia una mayor apropiación de la diversidad biocultural, y que lo mejor era que la ley no cambiase. En fin, el debate es largo, pero si querés saber más te recomendamos este video que hicimos en ese momento:
A través de la implementación de metodologías participativas, los actores, desde su diversidad, pudieron darle una vuelta al problema y construir una visión más amplia, y en parte compartida, sobre la cuestión de las semillas en Argentina.
Sin embargo, la idea de los laboratorios de Transformación va más allá de comprender un problema y se enfoca en empujar las transformaciones a partir del desarrollo de nuevas ideas, que combinen aspectos sociales y tecnológicos. En la academia las llamamos “innovaciones socio-técnicas”. La idea de Laboratorio hace referencia justo a eso, a la experimentación con tecnologías, artefactos o ideas nuevas.
Esto lleva mucho tiempo, muchos talleres, muuuchas reuniones y muuuuchas técnicas participativas. Si querés ver las que fuimos usando y otras que compilamos, te invito a que chusmees este repositorio de técnicas participativas.
Como resultado, siempre intermedio, del T-lab de Bioleft, hemos desarrollado, o estamos desarrollando, depende de dónde lo mires, tres herramientas-innovaciones:
- Una herramienta legal que es un set de licencias para la transferencia de semillas. Estas licencias tienen algo muy particular e innovador que es la aplicación del código abierto a las semillas. Seguramente escuchaste hablar de Linux. Linux es un sistema operativo – como Windows pero todo lo contrario – que se basa en su disponibilidad permanente para ser mejorado y reutilizado. Es decir, podés hacer lo que quieras con Linux, siempre que compartas los resultados, para garantizar el acceso a las mejoras, así como vos tuviste acceso al sistema. Bioleft desarrolló un sistema equivalente para semillas. Podés usarlas para uso propio o mejorarlas, siempre y cuando las disponibilices para que puedan ser usadas por otras personas. Es como hackear el sistema de patentes. Usamos la propiedad intelectual para compartir las semillas, en vez de restringir su acceso. Y lo mejor, es que son compatibles con el sistema legal, cambie la ley o no, porque corresponden al derecho privado. ¿Qué tal?
- La segunda herramienta es una plataforma virtual para visiblizar y conectar semilleros y semillas. Una cosa que notamos en el T-lab es que quienes practican la agricultura orgánica o agroecológica manifiestan que no hay semillas adaptadas a estos sistemas. Pero, esto es si miramos a las semillas comerciales. Si miramos los sistemas localizados de semillas – ya sea casas de semillas, bancos, redes de intercambio, ferias, guardianes- ¡nos damos cuenta de que sí hay! Lo que sucede es que son de difícil acceso. Tenés que conocer a Yael para pedirle las semillas del tomate. Entonces creamos un repositorio de semillas donde las personas cargan las semillas que tienen y de esa manera se crea un banco de semillas descentralizado y federal.
- La tercera herramienta consiste en dos programas de Mejoramiento Participativo. El mejoramiento participativo tiene muchas definiciones y ni al interior de Bioleft nos podemos poner de acuerdo en qué es. Pero eso no nos impide actuar. Una cosa que nos gusta de los T-labs es que no se centran en la búsqueda de un consenso sino que buscan generar acuerdos operativos; es decir, mientras discutimos vamos haciendo. Pero, para los fines de esta nota, podemos decir que el mejoramiento participativo es un sistema de desarrollo de nuevas semillas basado en la participación de todos los actores: agricultores, fitomejoradores, extensionistas, consumidores, etc. Bioleft cuenta actualmente con dos proyectos de Mejoramiento Participativo, uno en el que buscamos recuperar el gusto de los tomates – vamos avanzado mucho, mirá este video sobre el sabor del tomate criollo Y otro en el que apoyamos el desarrollo de maíces para la agricultura orgánica, agroecológica y chacarera.
Bien, acá es donde Enrico se lució en el encuentro en la tecnicatura de agroecología. Enrico es productor orgánico y lidera los experimentos de maíz para este tipo de agricultura. En los últimos años ha tenido grandes logros, por ejemplo, ha logrado semillas libres de transgénicos, a partir de un proceso que fuimos descubriendo en el marco de la colaboración. Enrico testea las plantas y selecciona las que son libres de transgénicos en un proceso muy minucioso. Si querés saber más, mirá esta nota sobre el tema:
La participación de Enrico en la tecnicatura abre una gran puerta. Desafía la idea de que el conocimiento está solo en la facultad, y que los productores siempre son los que escuchan. Los laboratorios de transformación y el mejoramiento participativo se basan en que todos los actores tienen conocimientos válidos, y que lo que potencia la innovación es la articulación de esas capacidades, para construir sistemas – en este caso de semillas- más justos e innovadores.
Estamos muy felices de haber participado del espacio de la Tecnicatura y agradecemos mucho la posibilidad de demostrar que otras formas de hacer y conocer son posibles. Si querés sumarte a Bioleft, te esperamos con los maíces abiertos. Mandanos un mail o un mensaje por las redes y hablamos.