Desde Bioleft, hace ya unos 4 años que trabajamos coordinando la evaluación colaborativa y el fitomejoramiento de forma participativa articulados con el grupo docente de Genética de la FAUBA y su proyecto “Al rescate del tomate criollo”. En la campaña 2022-2023 el mismo se propuso el objetivo de volver a redistribuir semillas de las accesiones recuperadas para mantenerlas en circulación, además de que quienes pudieran también las evaluaran y compartieran sus observaciones, sobre todo las características organolépticas. Nuevamente, decidimos acompañar al proyecto en el seguimiento de la evaluación y además esta vez también se sumó a la propuesta el proyecto “CódiGo TomATe”, de la Universidad Nacional de Rosario.
Durante agosto de 2022, se convocó a quienes quisieran recibir semillas del proyecto Al rescate del tomate criollo y “CódiGo TomATe” para evaluar sus cultivos y compartir su experiencia. Para eso, abrimos un formulario para retirar semillas en la Facultad de Agronomía de la UBA y otro para solicitar el envío de semillas a localidades fuera del AMBA. La convocatoria superó las expectativas, siendo que se anotaron 689 personas para retirar semillas y 271 para envíos. En total se entregaron semillas a 588 personas, en septiembre a 317 personas que se acercaron a retirarlas en la feria y entre septiembre y noviembre a las 271 que se encontraban fuera del AMBA (90 en Buenos Aires, 5 en Catamarca, 6 en Chubut, 51 en Córdoba, 17 en Entre Ríos, 3 en La Rioja, 5 en Mendoza, 3 en Misiones, 10 en Neuquén, 13 en Río Negro, 4 en Salta, 5 en San Luis, 45 en Santa Fe, 2 en Santa Cruz y 12 en Tucumán).
La evaluación se realizó a través de planillas que habían sido co-diseñadas entre Bioleft y agricultores con anterioridad, y acordadas con quienes lideran los proyectos de tomate. Para explicar el objetivo de la campaña y la metodología de evaluación, se realizó un taller virtual introductorio el 29 de agosto, que también quedó grabado y disponible en YouTube para quienes no pudieron asistir (parte 1 y parte 2). También se pusieron a disposición los video-tutoriales sobre el cultivo de tomate que habíamos publicado en YouTube el año anterior (parte 1 y parte 2). A quienes recibieron semillas también se los agregó a un grupo de WhatsApp donde pudieron compartir sus dudas sobre el cultivo y la evaluación. También se reforzó el seguimiento a través de correos electrónicos.
Al finalizar los cultivos, 48 participantes habían realizado la evaluación de manera completa, llegando hasta la etapa final de degustación. De estxs, 29 pertenecen al AMBA, 9 a Buenos Aires, 1 a Chubut, 1 a Córdoba, 1 a Neuquén, 3 a Río Negro, 1 a San Luis, 1 a Santa Fe y 2 a Tucumán. Es decir que la cantidad de personas que evaluaron de las que recibieron semillas, en proporción para cada zona fue de: 9,14% en AMBA, 10% en Buenos Aires, 16% en Chubut, 1,96% en Córdoba, 10% en Neuquén, 23,08% en Río Negro, 20% en San Luis, 2,22% en Santa Fe y 16,67% en Tucumán.
Ellxs evaluaron 37 variedades diferentes (35 de Al rescate del tomate criollo y 2 de “CódiGo TomATe”), de las cuales las que se repitieron al menos 9 veces fueron 5 tomates criollos (los #67, #80, #90, #97 y #115). Registraron las semillas sembradas y las emergidas, con lo que se pudo calcular en promedio el poder germinativo de cada variedad. Anotaron las fechas en que emergieron, florecieron y fueron cosechadas por primera vez, permitiendo obtener una aproximación del ciclo de cada variedad. Evaluaron del 1 al 5 la tolerancia de las plantas frente a la sequía y la quemadura del sol, la sanidad y la uniformidad. También los degustaron y los puntuaron del 1 al 9 (siendo 1 = me disgustó muchísimo, 5 = ni me gustó ni me disgustó y 9 = me gustó muchísimo). Los rendimientos no fueron tenidos en cuenta debido a que su registro trajo complicaciones a la gran mayoría de lxs participantes. A continuación, se presentan un cuadro con los valores promedio de las variables mencionadas.
Variedad | Porcentaje de emergencia | Días entre emergencia y primera floración | Días entre emergencia y primera cosecha | Tolerancia a la sequía | Tolerancia a quemadura del sol | Sanidad | Uniformidad | Gusto |
67 | 87,96 | 58,50 | 114,60 | 3,71 | 3,86 | 4,14 | 4,29 | 7,125 |
80 | 74,44 | 73,33 | 110,75 | 3,33 | 3,63 | 3,25 | 2,93 | 6,333 |
90 | 64,31 | 50,14 | 97,00 | 4,00 | 3,68 | 4,20 | 4,06 | 7,300 |
97 | 53,12 | 82,25 | 108,50 | 3,81 | 3,56 | 3,88 | 4,14 | 7,333 |
115 | 55,19 | 60,20 | 109,83 | 3,50 | 3,92 | 4,07 | 3,86 | 6,800 |
Estos datos, añadidos a los obtenidos en campañas anteriores, resultaron de utilidad para el proyecto al contribuir a la caracterización de cada variedad. Para la próxima campaña, el objetivo es volver a distribuir semillas pero solo de 3 variedades (#7, #56 y #172), que están en camino a ser inscriptas en el Registro Nacional de Cultivares del INaSe, para así contar con muchas más repeticiones y así obtener una caracterización mucho más robusta de las mismas.
Además, en el grupo de WhatsApp no solo continuó circulando información sobre el comportamiento de los tomates, su degustación y fotos, sino que también los participantes comentaron que están multiplicando las semillas y se han ofrecido para compartirlas con quienes hayan recibido de variedades diferentes. Así, se empieza a formar una red de guardianes de semillas, cumpliendo uno de los objetivos del proyecto de la FAUBA que es que las semillas se mantengan en circulación activa.
Estxs 48 participantes realizaron evaluaciones muy valiosas pero, en especial, queremos destacar la participación de Gabriela Angaut, quien realizó una evaluación muy detallada no solo de las variedades recibidas en esta campaña sino también de las de una anterior, de las cuales había multiplicado semilla; en total fueron 9 variedades. También es una de las personas que continuó multiplicando este año y las ofrece a sus compañerxs. Le agradecemos por su compromiso y también a todxs lxs participantes y a quienes hicieron posible esta evaluación. Los aprendizajes e intercambios que nos brindaron permitirán a los proyectos seguir creciendo. A continuación, compartimos unas palabras de Gabriela sobre su experiencia tomatera:
Desde siempre sostuve que una de las actitudes más revolucionarias que puede tener una persona es producir sus propios alimentos. Así que la huerta forma parte de mi existencia desde que tengo recuerdos.
Gabriela Angaut, 59 años, docente jubilada.
Soy nacida y criada en la Patagonia y vivo en Dina Huapi, un pueblo de 7000 habitantes situado en la costa este del lago Nahuel Huapi, antes de llegar a Bariloche.
Cuando en 2020, durante el aislamiento por la pandemia de Covid-19, llegó a mí la propuesta de constituirme en guardiana del tomate criollo, del Programa Al Rescate del Tomate Criollo y no dudé en sumarme.
Recibí semillas de 3 variedades, redondo 63, perita 86 y (como control) UCO18, cerca de octubre o noviembre, así que decidí hacer la siembra para la temporada 21/22, ya que en esta zona el clima es adverso, hace frío, y supe que no iba a alcanzar a cumplir el ciclo, aun cuando cultivo los tomates en invernáculo.
Logré que las plantas se desarrollaran óptimamente y obtuve una buena cosecha de la que guardé semilla.
El sabor, el color y el aroma de los frutos me motivó a solicitar otra vez semillas del programa, y me ofrecí para ser nodo de recepción y distribución en la región donde vivo. Recibí 3 variedades más, distintas a las que tenía, y otras 3 de una compañera que no las pudo retirar.
Con el acompañamiento de lxs técnicxs del programa a través de los diversos canales que ofrece la virtualidad obtuve abundante cosecha y guardé semilla de las 9 variedades, y así continuar multiplicando e intercambiando para producir.
Celebro poder formar parte de esta red, ya que no solo recuperamos el sabor del tomate sino que también compartimos experiencias y saberes que nos ayudan a seguir cultivando.
Además destaco la iniciativa y el impulso de lxs técnicxs y científicxs formadxs en las universidades estatales, que sin su tarea y dedicación eso no hubiera sido posible.
Para mí fue y es un disfrute para el paladar y un mimo al alma.
¡Vamos por más!