Comienza a tejerse la red de semillas abiertas en México

El fin de semana pasado, Anabel Marín y Almendra Cremaschi viajaron a México para comenzar uno de los proyectos que más nos ilusionan: la extensión de la red de semillas abiertas. Allí las esperaban Ana Escalante y el equipo del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la Universidad Autónoma de México, colegas desde el proyecto global compartido Pathways to Sustainability. Ahora comenzamos un nuevo desafío.

Laboratorio Nacional de Ciencias para la Sostenibilidad, Instituto de Ecología, UNAM

El sábado fue un día intenso. En el LANCIS se reunió una comunidad interesada en contrarrestar las restricciones de propiedad intelectual en las semillas, la pérdida de la biodiversidad, en defensa de la soberanía alimentaria. Había activistas y académicxs, integrantes de organizaciones sociales y organismos públicos.

Ana Escalante presentó la propuesta como “una colaboración para la colaboración”, ya que la idea es transferir los conocimientos aprendidos en este primer año de Bioleft para poder adaptar la experiencia al contexto mexicano. Trabajamos primero presentando el desarrollo de Bioleft en Argentina desde inicios de 2018. Luego se puso sobre la mesa el panorama mexicano, en términos de regulaciones, redes de actores e iniciativas.

Siguiendo la política del co-diseño, se avanzó en consensuar objetivos comunes entre distintos tipos de actores y trazar ejes de trabajo y plazos, de cara a cumplir con esos objetivos.

Este ambicioso plan es la primera experiencia de Bioleft fuera de Argentina, y nos llena de alegría y expectativas poder colaborar por la multiplicación de la biodiversidad más allá de las fronteras. Podemos concretarlo gracias al Global Consortium for Sustainability Outcomes (GCSO, Consorcio Global para Resultados de Sustentabilidad), que seleccionó la propuesta conjunta que presentamos entre Bioleft – Fundación CENIT – Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín y el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Otra vez, ¡gracias! Que circulen las semillas.