Hoy, con la primavera, comienza el Primer Encuentro de Intercambio de Semillas Nativas y Criollas, en San Pedro de Colalao, Tucumán. Hasta el domingo, organizaciones campesinas, productoras y de pueblos originarios se reunirán para fortalecer la defensa de la semilla como base de la agricultura y la soberanía alimentaria. Invitan la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas de la Argentina (ONPIA) y la Federación de Organizaciones nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF), junto a la Cooperativa de Productores “El Estribo” y Bioleft.
El objetivo de la reunión es intercambiar semillas, algo que los agricultores han hecho durante milenios, y también pensar en conjunto estrategias para garantizar que estos intercambios continúen. “Las semillas son patrimonio de los pueblos y están al servicio de la humanidad. Son hijas de la tierra, producto del milenario trabajo campesino e indígena y del espíritu de libertad e innovación de quienes trabajamos con la Madre Naturaleza que nos cobija. Hasta ahora los sistemas de propiedad intelectual respetaban este espíritu libre; sin embargo con el uso creciente de patentes esto está en riesgo. Lo que hoy intercambiamos libremente y mejoramos, puede ser apropiado en un futuro cercano. Es urgente por lo tanto adelantarnos, protegernos con estrategias de trabajo colectivas y colaborativas, imaginar y crear un sistema diferente para conservar y mejorar nuestras semillas”, dice el programa del encuentro.
En ese contexto, el equipo de Bioleft participa con charlas y talleres donde se trabajará sobre cómo asegurar la continua circulación del material genético. Se presentará la propuesta del marco legal de licencias Bioleft y de la plataforma digital que le da soporte, y se discutirá en conjunto las mejores maneras de aplicarlas. También se mostrarán las primeras experiencias de tranferencias Bioleft, a partir de la semilla abierta al sistema por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, Ubuntu.
A partir de estas charlas y ejemplos, y se invitará a productores a registrarse en el sistema Bioleft y empezar a usarlo para registrar sus intercambios de semillas. De cara al futuro, se busca conformar una red de guardianes de semillas que sean embajadores de la iniciativa en sus organizaciones y comunidades, y una red de mejoramiento participativo que involucre a productores, universidades e instituciones privadas. Para que estas redes puedan funcionar de manera remota, es necesario construir primero lazos humanos: para eso es este encuentro, cara a cara y semillas en mano.